miércoles, 26 de agosto de 2009

LA MESA DE ENLACE ESTÁ DESESPERADA

EL MOVIMIENTO AGROPECUARIO NACIONAL DECLARA QUE:
inserto en un pueril argumento, la Mesa de Enlace llama a un nuevo lock out patronal del campo aduciendo que la caída de la actividad económica, el éxodo rural y los chicos que tienen que emigrar por no encontrar trabajo, es consecuencia de políticas erróneas.

Es evidente que estas inconsistentes excusas no responden a la verdad histórica ni a la solución de las necesidades de los productores genuinos, por el contrario es un llamado más a la dura confrontación con el Gobierno Nacional en un desesperado intento por obstruir el avance de la sanción de leyes fundamentales para la protección de los medianos y pequeños propietarios como lo es la necesaria ley de Arrendamiento Rural y la reclamada ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

Es curioso que con las medidas de fuerza que anuncian, los más perjudicados son los propios productores que dicen representar, además al declarar que no están de acuerdo con los cortes de ruta, lo que sí están haciendo es provocarlo sin asumir su responsabilidad, advirtiendo que si los hay, es consecuencia del malestar de los piqueteros.

No cabe ninguna duda que el escenario que quieren montar es el del miedo de quedarnos sin carne, leche y trigo, responsabilizando a las políticas oficiales. Para estos dirigentes, que temen perder el sistema de privilegios del que gozó en el pasado y aún mantienen, nada les interesa el abastecimiento del mercado interno, ni los precios al alcance de los trabajadores, eluden mencionar que los problemas son la consecuencia de la prolongada sequía como no sucedía desde hace varias décadas y no reconocen que nuestro país está afrontando solidamente la profunda crisis internacional gracias a que no decae el consumo interno entre otras medidas acertadas.

Es por estas razones que el Movimiento Agropecuario Nacional (MAN) advierte a la población en general que no se dejen influenciar por los empresarios rurales cuyos objetivos no son los del bienestar general y maniobran para que nuestro país no continúe emergiendo de la situación caótica a la que nos llevó políticas del pasado que tuvieron el apoyo de dicha Mesa de Enlace.

Hugo Bacci
Secretario de Organización

Ariel Burraco
Secretario de prensa

domingo, 16 de agosto de 2009

PLENARIO DEL MAN EN LA PLATA

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MOVIMIENTO AGROPECUARIO NACIONAL
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La Plata, 07 de agosto de 2009.
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En un plenario realizado en ésta ciudad quedó conformada la mesa de conducción del Movimiento Agropecuario Nacional, organización que representa a productores agropecuarios, en defensa del mercado interno y de alimentos sanos de calidad para el pueblo.
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La mesa de conducción se compone por cuatro Secretarías, a saber:

-Secretaría de organización, Dr. Hugo Bacci, productor de Alvarez Jonte.
-Secretaría de lineamientos políticos, Sra. Lucy de Cornelis, productora de La Pampa, fundadora del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha.
-Secretaría de prensa, Ariel Burraco, productor de Cacharí.
-Secretaría de finanzas, Jorge Lopumo, productor de Verónica.
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El MAN cuenta a su vez con con un cuerpo de asesores técnicos (ad honorem) coordinados por Alfredo Castelli, productor de Saavedra.
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Entre otros instrumentos, se puede ingresar al Blog www.movimiento-agropecuario-nacional.blogspot.com y participar del mismo consultando el material y otros sitios relacionados.
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Se recuerda que entre sus principios fundacionales se cuentan generar el ámbito específico para mostrar las distintas visiones de los modelos productivos de nuestro país, recuperando las múltiples voces ocultas de quienes también conforman el campo más allá de aquellas que subyacen en las propuestas del conflicto agropecuario. Es imprescindible, para que se pueda dar un amplio debate, la incorporación de todas las posturas que aún no han tenido la oportunidad de hacerse oír, y que se han tornado casi invisibles por el predominio de una versión homogénea facilitada por los medios y canales que solo responden a intereses económicos de los agronegocios.
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Correo de contacto movimientoagropecuarionacional@gmail.com.

jueves, 6 de agosto de 2009

CARTA ABIERTA AL SR. BIOLCATI

Me dirijo a usted a los efectos de hacerle llegar alguna de mis reflexiones sobre el discurso que pronunciara ayer en oportunidad de la inauguración de la Exposición anual en la Sociedad Rural.
No puedo menos que sentirme estupefacta: ha hecho usted un uso sesgado, parcial y maniqueo de la Historia, ha citado con impunidad verbal a nuestros próceres, ha omitido en esas citas datos que usted y el resto de los miembros de la Sociedad Rural conocen y barren prolijamente debajo de la alfombra.
Le solicito que me ilustre, dado que mi pobre formación intelectual no me permite desentrañar en qué textos o acciones de Belgrano y San Martín puede usted basarse para justificar las características que asume en nuestro país la distribución de la propiedad de la tierra y la matriz socioeconómica que de ella se deriva. Me los imagino retorciéndose en la tumba, una vez más. Cuando se refiere con nostalgia al país granero del mundo omite la mención al inestimable servicio que les prestó en aquel momento ese "Estado predador" que ahora denosta, para consolidar sus posiciones hegemónicas y enumero algunos: la "Conquista del Desierto" que no es otra cosa que el exterminio de los pueblos originarios para incorporar la Patagonia al mercado de tierras que fue repartido entre los cinco vivos de siempre; la Ley de Residencia, que permitía expulsar a los activistas políticos y sindicales, de modo tal de amaestrar la mano de obra; la subordinación de los intereses regionales al modelo de inserción al mercado capitalista internacional que le convenía a los terratenientes de la región pampeana y a la ciudad puerto. Disculpe el abruptísimo salto temporal, pero viniendo a unos 33 años atrás hicieron también buen uso de los servicios de ese Estado, que les entregó el Ministerio de Economía y exterminó de manera material y también cultural la resistencia que pudiera entorpecer el desarrollo de la república de las vacas y el trigo. Y ese Estado genocida que ustedes saludaron, les legó un país donde prima el individualismo y el temor al otro, trabajito rematado por los 10 años de menemato, donde oh, caramba, otra ayudita, la incorporación, mediante los buenos servicios del Ingeniero, de la soja transgénica. Definitivamente, el Estado argentino ha sido predador con ustedes. Por suerte el lunes empiezan las clases y les voy a plantear a mis alumnos y compañeros organizar una colecta de dinero (¡vaquita!) para contribuir con las alicaídas y paupérrimas arcas de los miembros de la honorable sociedad que usted preside, porque usted bien lo sabe, el pueblo argentino es solidario.
Pero sin duda, hubo un servicio muy importante, que usted conoce y ayer ha reeditado (no lo voy a aburrir con citas teóricas, si le parece lo invito a mis clases, siempre tengo "alumnos adoptivos") ese Estado que usted recuerda con nostalgia, construyó también una historia y un concepto de Patria a la medida de sus intereses y trabajó para convertir esa construcción en la ideología que permitió legitimar su condición de clase dominante, fundamentalmente a través de la educación.
Generaciones y generaciones de "argentinitos y argentinitas" han sido educados en el catecismo laico de una historia que explicaba los conflictos en términos de civilización vs. barbarie, y que nos metía en la cabeza que el campo y los militares, eran la Patria; composición tema la vaca mediante, no se debía preguntar quiénes se quedaban con esas riquezas que indudablemente produce el campo y mucho menos quién aporta el sudor que produce esas riquezas y qué reciben a cambio los que tiene las manos duras de trabajo. "El campo hace Patria". Sólo años de construcción ideológica pueden explicar que semejante nivel de vaguedad tenga un sentido. Los militares defienden a la Patria, ¡otra!
Cuenta usted hoy con un amplificador aún más potente y efectivo para continuar con dicha operación, los medios masivos de información, socios suyos en los negocios, se ocupan de producir y reproducir hasta el límite de lo burdo las consignas que ustedes enarbolan, y ninguno tiene la osadía de preguntarle, sencillamente, ¿cuántas hectáreas tiene? ¿Usted, cuánto gana? ¿Y cuánto ganan los peones que le trabajan la tierrita? Disculpe, siempre he sido una insolente incorregible...
Ha tenido una línea que me parece digna de mención, dijo usted que le daba vergüenza la pobreza, hace bien, a mí, escucharlo hablar de la pobreza y la exclusión a usted, me da vergüenza ajena.
El hecho de que desde el año pasado hasta acá ustedes se hayan ido mostrando cada vez menos pudorosamente, es revelador. Nos queda cada vez más claro qué es lo que se discute. Ustedes, señor Biolcatti, no discuten un gobierno, ustedes no discuten una medida impositiva, ustedes están golpeando la mesa y diciendo con claridad que el Estado debe volver a estar a su servicio. Y ese Estado debe garantizarles lo que en verdad ustedes están discutiendo, la apropiación de la renta, los márgenes de rentabilidad empresaria, y si no se los garantiza, es simple, lo incendian. Porque ustedes "son la Patria".
A sus numerosos amigos intelectuales, que se rasgan las vestiduras hablando de los males que aquejan a nuestros jóvenes, les decimos que no les quepa la menor duda: cuando nuestros pibes no quieren cantar el Himno, cuando no quieren ir a la Bandera, cuando no sienten interés por la Historia, es porque intuitivamente saben, que ciertos señores los condenan a la miseria desde antes de nacer, utilizando esos símbolos. Nosotros igual seguimos en la tarea inquebrantable de recuperar esos símbolos para el pueblo al que le pertenecen, seguimos construyendo otro sentido común que se enraíza en la historia profunda de las luchas de nuestro pueblo, y somos porfiados y resentidos, y hablamos de conflicto de clase, y decimos oligarquía, terrorismo de Estado, y proponemos memoria y justicia social y dibujamos en el pizarrón la distribución de la riqueza del año 49. Cuesta, como nos cuesta todo, pero no lo dude un instante, nosotros no claudicamos, erramos, descansamos, repensamos, pero no claudicamos. No podemos. Porque cuando ustedes se golpean el pecho henchido de orgullo reclamando por sus sacrificios a la Patria, nosotros sabemos que nos están disputando el plato de comida de nuestros hijos, que nos están rapiñando el vaso de leche de nuestros alumnos.
Quédese tranquilo, el mensaje es claro y hemos hecho acuse de recibo. Ya entendimos.
Cada vez que ustedes dicen república, cada vez que hablan de diálogo, de paz, de patria, de orden y de derechos, nosotros no tenemos más dudas.
Ustedes, vienen por todo. Vienen por la risa, las lágrimas y el aguinaldo. Vienen por las trenzas de las niñas y los triciclos, y la música que agita las caderas. Por los ladrillos y las manos que levantan casas y el fuego y las manos que construyen hogares. Todito, todo. Quieren el pasado, el presente y el futuro. Quieren robarnos el pan, la tierra y los sueños. Quieren nuestro sudor y el de nuestros hijos.
Quieren que no amemos, que no abracemos, quieren decirnos qué pensar, qué decir, qué comer y cómo y cuándo y con quién sentir. Porque no soportan nuestras palabras, ni mucho menos nuestras ideas, porque nuestra intensidad los apabulla, nuestra entrega los empequeñece, nuestra alegría los embrutece. Quieren que empalidezcamos solos y muertos de frío, y mudos de tristeza y sin compartirnos, y sin ponernos en juego.
Nosotros lo sabemos. Quieren todo y nada alcanza.
Porque nada les alcanza para poder vivir sin miedo.

Paula Alajarin

miércoles, 5 de agosto de 2009

CERO retenciones, INFINITAS compensaciones

por Héctor Pitluk


Se equivoca Buzzi cuando, al salir de la reunión de diálogo con el Gobierno, declara que “no hay mal que dure cien años”: la Sociedad Rural Argentina, fundada en 1866 para garantizar el despojo y genocidio de los pueblos originarios de la pampa húmeda y el posterior reparto de su territorio, ya ha cumplido 143 años.
Remarcar la soberbia de los integrantes de la Mesa de Enlace y su eterna disconformidad ya resulta redundante. Con sólo repasar el eslogan de la SRA, creado por un Olivera, antepasado del ex intendente porteño, “cultivar el suelo es servir a la patria”, demuestra a las claras la confusión primogénita de pretender que sus propiedades, riquezas y rentabilidades son la patria.
En la conferencia de prensa posterior a la reunión, el jefe de gabinete Aníbal Fernández y los ministros Amado Budou y Débora Giorgi explicaron con claridad por qué no es posible eliminar las retenciones a la soja. No les alcanzó. Tampoco les alcanzó a los empleados de las corporaciones mediáticas, que en su ya típica actitud de “obsecuencia debida” al preguntar tomaban parte por los dirigentes ruralistas. Por otro lado los patronos del campo cuestionaron que no participara de la reunión el Secretario de Agricultura, opinando además sobre el dimensionamiento que debería tener tal Secretaría, y les molestó que sí participara Emilio Eiras, titular del ONCCA, dependencia a la que quieren hacer desaparecer pues se encarga de los controles estatales.
En cuanto a los beneficios otorgados, les parecieron, una vez más, escasos, a pesar de apuntar en su mayoría a la liberación de las exportaciones, que es uno de sus constantes reclamos. Es el caso del nuevo subsidio al novillo pesado, por el cual se compensa al productor que lleva un novillo hasta los 460 kilogramos con 2 pesos por los últimos 100 kilos, o sea 200 pesos por animal. Cabe recordar que este novillo, cuando fue ternero, ya tuvo un subsidio de 50 pesos para el criador, que puede ser, o no, el mismo que lo termina de engordar. A la larga esto va a resentir el mercado interno, pues el novillo de consumo interno es el de 400 kilos.
Por otro lado la Presidenta había anunciado el día anterior el aumento del subsidio a la leche de 10 a 20 centavos por litro y la extensión del beneficio a los tambos que producen hasta 12.000 litros por día, aunque sólo lo cobrarán por los primeros 3.000, lo que alcanza a cubrir el 90 por ciento de los tambos que recibirán entonces 1 peso por litro. Recordamos que un tambo de esta dimensión tiene en ordeñe unas 500 vacas lecheras, por lo que no se trata de pequeñas explotaciones. Pero no les alcanza. “La lechería está en crisis” dicen y quieren más subsidios, a pesar de no haberse cumplido los apocalípticos anuncios de De Angelli de que “este invierno vamos a tener que importar leche” y a pesar de que las exportaciones lácteas hayan aumentado este año en relación al anterior. Tampoco dicen nada de que el reclamo no debería ser hacia un Gobierno, que ellos pretenden que no sea intervencionista, si no a la industria láctea que les paga poco, a pesar de que con un litro de leche que les cuesta 80 centavos fabrican, por ejemplo, 20 yogurcitos que se venden a un total de 40 pesos.
Según el informe del Ministerio de la Producción, en los últimos 15 meses se le otorgaron al sector compensaciones por un total de $21.700 millones.
Veamos algunos números.
La cosecha de soja ha bajado debido a la sequía, pero no es inferior a las 32 millones de toneladas. El precio internacional es de 416,7 dólares la tonelada. Con el actual nivel de retenciones del 35 por ciento le quedan al Estado 146 dólares por tonelada, multiplicado por los 32 millones y con un dólar a $3,8 son 17.754 millones de pesos. O sea que el Estado recaudó por las retenciones a la soja $3.946 millones menos de lo que le dió al sector agropecuario en compensaciones en los últimos 15 meses.
Es interesante observar que del total de compensaciones 402 millones corresponden a la nueva Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar que es la que atiende a los verdaderos pequeños productores y economías familiares, o sea el 1,85 por ciento de las compensaciones.
No hay que ser economista para ver que si se dejan de pagar impuestos y se reciben compensaciones cada vez mayores, cualquier actividad se transforma en híper rentable.
Tampoco hay que ser adivino para comprender, ante la actual coyuntura, las verdaderas intenciones de la Mesa de Enlace.

martes, 4 de agosto de 2009

ARTÍCULO DE Horacio Verbitsky


EXTRAÍDO DE PÁGINA 12

El paísDomingo, 2 de agosto de 2009

LA OFENSIVA DE INVIERNO DE LA MESA DE ENLACE
Prender fuego

El presidente de la Sociedad Rural dijo que si las retenciones llegaban al 25 por ciento “le prendemos fuego a todo”. Esa amenaza de 2002 sigue vigente siete años después, sólo que el cansancio de la sociedad obliga a cuidar algo más las formas. Pero la ofensiva de invierno no se detiene y la próxima meta es sitiar al Congreso, ahora en nombre de la Patria y de los pobres.

Por Horacio Verbitsky

El emblema del RENATRE. Venegas es el quinto miembro de la Mesa de Enlace.
El esfuerzo que los miembros de la Mesa de Enlace escenificaron ayer y el viernes para reprimir su fastidio fue una forma más sutil de transmitirlo, pero su contenido fue el mismo que en la asamblea del lunes y Hugo Biolcati lo hizo expreso en su discurso inaugural. La Comisión de Enlace anunció que no concurrirá a la Mesa para el Diálogo Económico Social, lo cual traslada también la presión a los otros integrantes del G7, con dos desenlaces alternativos: que los rústicos subordinen al resto y entre todos frustren el CDES o que se encierren en sus silos de marfil en espléndido aislamiento. Llamaron “provocaciones” a todos los anuncios oficiales, que consideran por debajo del mínimo aceptable para la distensión. Comunicaron que presionarán sobre los diputados y senadores en sus lugares de residencia para forzar en el Congreso antes del 10 de diciembre la baja de diez puntos en las retenciones a las exportaciones de soja y la supresión lisa y llana para todos los demás productos e hicieron saber que se reanudarán las asambleas para que el gobierno se allane a sus demandas “de acuerdo a lo que el pueblo votó”, todo lo cual es una amenaza de reiteración de los ataques violentos que padecieron varios diputados. Afirmaron que no dinamitarían los puentes “por ahora” e insinuaron que volverán a tomar las rutas si los anuncios oficiales son “otro verso, otro engaño”. Pero ahora lo harán para acabar con la pobreza y la exclusión porque les da vergüenza que haya un chico con hambre, el discurso que Buzzi le enseñó a Biolcati para mejorar el marketing ruralista. Entretanto, siguen incorporando las concesiones que obtienen en cada reunión. La ministra Debora Giorgi las cuantificó en 21.700 millones de pesos desde abril de 2008 hasta julio de 2009. Una de las quejas de la Mesa de Enlace fue que la ministra leyera en su conferencia de prensa esas cifras que, dijeron, no mencionó durante la reunión. Lo que más parece molestarles es que, con el mejor tono, haya puesto en evidencia los beneficios que el sector ha embolsado y sus perspectivas para la próxima cosecha de cereales y oleaginosas, de una rentabilidad muy superior a la del promedio de la economía. Esa decisión,

inaugurada por la presidente en la cita con los bloques legislativos propios, pone en contexto los reclamos en términos comprensibles para toda la sociedad. Lo más notable es que los patrones rurales no hicieron el menor gesto de refutación de esas cifras. Prefieren la confrontación y el desgaste. Para esta semana se espera un paro y bloqueo del acceso a las usinas elaboradoras de leche de la mitad de los tamberos que responden a la Mesa de Enlace y que rechazan los anuncios formulados por la presidente en Villa María, con el beneplácito de la otra mitad.
En qué creen los que creen
Sólo una visión provinciana puede atribuir a la política oficial la sequía más grave del siglo, la peor crisis global en ochenta años o el desplome del mercado internacional de leche. El viernes llegaron a Roma cuatro tamberos alemanes, quienes se echaron a la ruta en sus tractores con la esperanza de obtener una audiencia con su compatriota Benedicto XVI porque, dicen, han perdido la fe en los políticos. Sólo reciben entre 17 y 19 centavos de euro por litro, es decir, entre noventa centavos y un peso, al cambio de esta semana. A sus colegas argentinos el gobierno les asegura el mismo peso por litro. Por cierto, sus costos son más bajos que los europeos.
La Nación y Clarín descubrieron esta semana que “los líderes del campo priorizan, lo que ellos consideran triunfos políticos, que los obtuvieron, en detrimento de la solución real a sus dificultades concretas” (Joaquín Morales Solá) y que “las reivindicaciones sectoriales ya se han transformado en planteos políticos” porque “la Mesa de Enlace marca el ritmo y los tiempos de la oposición” (Ricardo Kirschbaum). Esto ratifica que el bloque agrario no pugna por unos puntos más de rentabilidad, aunque no rechaza ninguna transferencia, sino por imponer su hegemonía sobre el conjunto de la sociedad y subordinar cualquier otro interés al suyo. En la zona núcleo de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, donde tienen sus explotaciones los mayores propietarios, el precio de la soja de primera superó este año en 54,4 por ciento al del promedio del quinquenio 20032007, y el margen bruto en 113,1 por ciento. Las perspectivas son mejores para 2010, cuando se esperan la mayor cosecha y la más alta rentabilidad de la historia, aunque Biolcati haya insistido ayer que en el Bicentenario habrá que importar carne, pan y leche.
Gente sincera
La brutal sinceridad de la Mesa de Enlace hizo que salvo la inflexible Coalición Cívica Libertadora el resto del arco político se espantara por la clase de Frankenstein creado en su laboratorio de aprendices de brujo.
Biolcati dijo que la asamblea del viernes era “el primer acto de la era poskirchnerista. La primera batalla a los Kirchner se la ganamos en la calle, después les ganamos en el Congreso. Nos dijeron que fuéramos a elecciones y también les ganamos en las urnas. ¿Que nos queda por ganar? Han perdido el poder”. Pero tanto él como Carlos Garetto creen que el gobierno no se dio cuenta que perdió las elecciones ni la oposición que las ganó”. Para Biolcati, la pelota quedó picando y “hay que agarrarla antes que la recuperen los Kirchner”. Para Garetto, “el campo” es el “custodio de las decisiones que tomó el país el 28 de junio”. Buzzi le negó margen a Scioli para buscar reconciliarse con una visita, porque “no tenemos una tolerancia indefinida”. Primero fue el Acuerdo Cívico y Social, cuya aversión a los desbordes corporativos es propia de su genética radical. Luego Felipe Solá, que procura un punto de equilibrio entre sus contradictorios roles de gauchito y peronista. Por último, hasta el filántropo colombiano tomó distancia de la Sociedad Rural, o sea de sí mismo, ya que es su socio principal en el predio de Palermo. Esas reacciones explican la sordina con que el viernes tocaron la misma partitura, la aclaración de Eduardo Buzzi de que “sólo defendemos los intereses del sector y no somos la mesa coordinadora de ninguna otra cosa”, la ausencia de figuras políticas con excepción de Maurizio Macri, Alberto Rodríguez Saa y Francisco De Narváez y el tono sosegado con el que Biolcati dijo ayer su discurso feroz: que el Estado era un predador insaciable, que 12 millones de argentinos apoyaron con su voto a la Mesa de Enlace, que “ha dejado de ser la mansa vaca lechera que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas” y que ahora sumará a otras entidades empresarias, “para sacar al país de la crisis y terminar con la pobreza”. Dijo que continuaría el diálogo, pero se arrogó la representación de la Patria para decir que Belgrano, San Martín, Sarmiento y Alberdi construyeron la nación sin superpoderes y murieron “en la dignidad de su pobreza sin tener que presentar declaraciones juradas”. La jornada se inició con una banda del Ejército al son de la misma marcha que acompañó el ingreso a la Sociedad Rural de la calesa que conducía al ex dictador Onganía en 1966. La hiperinflación y los saqueos de 1989 acabaron antes de tiempo con el gobierno de Raúl Alfonsín y educaron a Carlos Menem, quien entendió el mensaje de la pistola en la nuca y archivó antes de asumir el programa populista que lo llevó a la presidencia. Del mismo modo, el ultimátum de la Mesa de Enlace por la rendición incondicional de CFK se dirige a todo el sistema político. Ése es el sentido de la creación de un fideicomiso federal para financiar la actividad política de la Mesa de Enlace, que se propone marcarle el paso al gobierno y a la oposición. Aunque los patrones rurales no lo adviertan, es otra forma de la impotencia que aqueja desde 1916 a su clase, de crear una fuerza política que represente sus intereses dentro del sistema institucional. Tampoco les resulta fácil comprarla hecha, como un dócil lote de peones y mucamas.
La coordinadora de cámaras patronales agropecuarias usó la apertura de la exposición ganadera, el lunes 27, para suscitar abucheos e insultos contra la presidente CFK y su esposo, contra el dialoguista jefe de gabinete Aníbal Fernández y contra el liviano gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, que el día anterior había peregrinado a humillarse en el santuario de Palermo. Y Mario Llambías provocó una ovación para José Alfredo Martínez de Hoz. Así mostraron a propios y ajenos que están preparados para una segunda vuelta de lo que Guillermo O’Donnell llamó “la venganza social de la oligarquía contra la Argentina plebeya”. Ayer el locutor mencionó a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, recibidas con fuertes aplausos.
El Rey Momo
Entre el público que el lunes alentaba cada agresión de la Mesa de Enlace gritando “Hay que sacarlos”, “que se vayan”, sonreía el secretario general del sindicato de trabajadores rurales y estibadores (UATRE), Gerónimo Venegas, que se alterna con las cuatro cámaras patronales en el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), de modo que lo preside año por medio.
La estatuilla que ilustra esta página es el emblema oficial de ese ente autárquico de derecho público no estatal. Pero Venegas es además el ariete del ex senador Eduardo Duhalde, que también busca venganza, y la rama sindical de Unión-Pro. Como uno de los propósitos del RENATRE, creado en 1999, era blanquear el empleo, las entidades patronales lo recibieron sin entusiasmo. Pero Venegas venció esas resistencias con una política de seducción, que incluyó una demora en la reglamentación del registro, tan extensa que en 2005 el ministerio de Trabajo debió hacerlo por él. Según distintas fuentes, hay entre 1,2 y 1,5 millones de trabajadores rurales, de los cuales sólo han sido registrados entre 550 y 650 mil. El método consensuado entre ambas partes consistió en blanquear tres de cada cinco trabajadores. Con el 1,5 por ciento de las remuneraciones que se descuenta a los empleadores para un seguro de desempleo, el RENATRE es un notable espacio de generación de recursos, no menos de 15 millones de pesos mensuales. La UATRE que dirige Venegas recauda otro tanto por seguro de sepelio, que paga el trabajador. Venegas también preside la Obra Social, OSPRERA, que se superpone con el seguro de sepelios, y maneja la bolsa de trabajo. Para participar en ella exige la afiliación a UATRE, lo cual ha sido objetado por el ministerio de Trabajo. El empleo rural registra el mayor índice de informalidad del país. En algunas provincias como Formosa, Chaco, Misiones y Santiago del Estero roza el 90 por ciento. Pero incluso dentro del reducido sector formal, dos tercios de los trabajadores son no permanentes o changarines. Esto no depende de la índole del trabajo sino de las relaciones sociales de contratación. La ley de contrato de trabajo califica estas situaciones como de empleo permanente pero discontinuo y garantiza formas de protección de la estabilidad y en el cálculo del aguinaldo, las vacaciones y la indemnización por despido, como ocurre con los trabajadores en heladerías o los gastronómicos de temporada veraniega. En cambio los rurales de Venegas, Biolcati, Buzzi, Garetto y Llambías carecen de esos derechos. Los cargos en el Consejo de Administración del RENATRE son rentados y han servido como salida laboral a los recomendados de las entidades. La secretaria de Venegas es la hija de Enrique Crotto, el ex presidente de la Sociedad Rural que en marzo de 2002 dijo sin parpadear que si el nivel de las retenciones llegaba al 25 por ciento “prendemos fuego a todo”. Ésa sigue siendo la idea siete años después, como se pudo apreciar después de la reunión con el gobierno del viernes y en la inauguración oficial de la muestra de ayer.
Curraz, Buzzi
La armónica relación de Buzzi con la Sociedad Rural tiene una explicación menos alambicada y personal que la de Venegas. La Federación Agraria, nacida hace casi un siglo como expresión de la lucha de los pequeños arrendatarios contra los grandes terratenientes representa en la era de la soja intereses similares a los de las entidades mayores, lo cual le ha provocado serios conflictos internos. Juntos votaron también en contra del horario laboral de ocho horas porque sostienen que en el campo se trabaja de sol a sol. El mes próximo habrá elecciones para renovar su conducción. Todo parece indicar que Buzzi será reelecto. Como vicepresidentes, Buzzi propone a dos grandes sojeros: los arrendatarios Omar Barchetta y Julio Curraz, con más de 3.000 hectáreas cada uno. Esto es seis veces más que el promedio de las explotaciones en la rica región pampeana y veinte veces el tamaño de la explotación pampeana pequeña que se consideró para ser exceptuada de retenciones en la discusión parlamentaria. Es más fácil entender así que Buzzi haya celebrado como un campeonato mundial desde la carpa de Palermo el voto de Julio Cobos que no sólo volteó el proyecto oficial sino también todas las mejoras que Agustín Rossi había negociado introducirle en la Cámara de Diputados a favor de los más pequeños. El lunes en la Sociedad Rural, Buzzi se sinceró: “La aspiración de todos nosotros es retenciones cero”. El gobierno no parece haber tomado debida nota de esta metamorfosis de la Federación Agraria, en cuyas manos sigue la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, creada en octubre de 2008 con un presupuesto de más de 400 millones de pesos, en cuyo organigrama abundan los funcionarios vinculados a la Federación Agraria. Sin embargo, no ha generado políticas favorables a los pequeños productores. La Federación Agraria también es la fuerza dominante en el FONAF, el Foro Nacional de Agricultura Familiar, creado en 2004 y que se mantiene con fondos públicos aunque no es un ente estatal. Diversas organizaciones de pequeños productores protestan que la Subsecretaría a cargo del ingeniero agrónomo Guillermo Martini ha obstaculizado su participación en el Foro, lo cual en algunas regiones ha derivado en la organización de foros paralelos. El funcionariado de la Subsecretaría participó el 21 y 22 de mayo en Junín, Mendoza, en un encuentro político con la consigna “Cobos 2011”. Una de las agrupaciones organizadoras de ese acto agradeció después del triunfo de Cobos que le hubieran brindado “sus estructuras” y su “apoyo incondicional”.
¿Quién es el amo?
La suerte del proceso político depende en buena medida de cómo diriman sus diferencias los sectores dominantes. La Asociación Empresaria Argentina, que reúne a medio de centenar de líderes de las principales empresas del país, presentó también su pliego de condiciones al gobierno y pocas horas después se reunió con la Mesa de Enlace. Varios de los puntos planteados por la AEA coinciden con los reclamos de las patronales agropecuarias. También la UIA se mostró de acuerdo con el documento de la AEA. Ambas entidades responden a la línea que fija la transnacional italiana Techint. Durante el almuerzo del ministro de Economía Amado Boudou con la Unión Industrial, los reclamos más insistentes fueron sobre el tipo de cambio y las negociaciones salariales, dos formas complementarias de defender su rentabilidad contra la participación de los trabajadores. A la semana siguiente, el jefe de gabinete Aníbal Fernández advirtió a los mismos interlocutores que de la política monetaria y el tipo de cambio no hablaría, porque los fijó Néstor Kirchner en 2003 y ha sido exitosa, como testimonian los casi 47.000 millones de dólares de reservas. Por alguna razón misteriosa en el gobierno creen que la UIA no sustenta el mismo plan que la AEA, lo cual contradice las expresiones públicas de la propia Unión Industrial. También creen que una de las principales asociaciones de criadores de ganado (la de Shorthorn) se apresta a renunciar a la Sociedad Rural y que Luis Pagani dejará la presidencia de la AEA. El tiempo dirá si estas son algo más que expresiones de deseos. Una de las incógnitas de estos meses pasa por la actitud del grupo Clarín, cuyo principal ejecutivo es uno de los vicepresidentes de la AEA, ante las sucesivas decisiones oficiales que lo afectan. Una es la anulación de la numeración telefónica que el secretario de Comunicaciones Lisandro Salas le había concedido a Cablevisión. La presidente se enteró leyendo la resolución en el Boletín Oficial y sin perder un segundo ordenó revertirla. “Lo hace él mismo o el que designaré en su lugar”, dijo. Lo hizo él mismo. Otra es la autorización para que el Sistema de Medios Públicos opere un sistema de HDT (transmisión directa al hogar vía satélite). El proyecto, elaborado por Tristán Bauer cuando asumió, fue paralizado por el ex jefe de gabinete Sergio Massa a pedido de Clarín y recién se retomó luego de su renuncia. Contempla un paquete de señales que llegarían en forma gratuita a los hogares que adquirieran una antena y un decodificador, de precio moderado. Estas señales serían la transmisión del propio canal 7, un canal de Noticias competitivo con los cinco de oposición, uno con programación infantil, el cultural Encuentro, uno de cine, y varios internacionales, como Televisión Española y Telesur. La frutilla del postre sería un canal deportivo, que transmitiría algunos partidos de fútbol. Por lo pronto el COMFER ya cuenta con el apoyo de dirigentes de Boca Juniors y un gobernador, padre de un futbolista, ha interesado a la AFA. Esta posibilidad llega en el peor momento de la relación de los clubes con la televisión, cuya retribución es ínfima en comparación con la magnitud del negocio.
Los panes
Al reiterar ante los legisladores que la distribución del ingreso era irrenunciable, la presidente mencionó un estudio que había recibido, según el cual los 1.500 pesos de salario mínimo acordado en el Consejo del Empleo implican el máximo poder adquisitivo histórico de ese instrumento. Sólo un diario mencionó la afirmación en forma sucinta pero sin profundizar a qué se refería. Se trata de un análisis del sociólogo Artemio López, que sigue un método propuesto por su colega Leandro M. Cárcamo Manna, para medir la evolución del salario mínimo vital y móvil entre 1980 y 1997 según su capacidad adquisitiva en kilos de pan común. Es un indicador rudimentario pero útil como aproximación a una tendencia, igual que el Big Mac que mide el tipo de cambio relativo entre países. En mayo de 1984 el salario mínimo mensual podía comprar 252,5 kilos de pan francés, en 1990 apenas 4 kilos. Los 1.500 pesos acordados esta semana constituyen un récord histórico. Si se toma el precio del pan del INDEC (2,64 pesos), pueden comprarse 518 kilos. Con las hipótesis de máxima y de mínima del diario opositor La Nación (3,50 y 4 pesos el kilo) podrían comprarse 428 y 375 kilos de pan por mes. Es decir que en la peor lectura posible el poder adquisitivo del salario mínimo superaría en un 50 por ciento al máximo histórico previo, de 1984. La limitación es que no lo perciben los trabajadores desocupados ni los precarios. A la reunión del Consejo del Salario que acordó ese incremento sí asistieron los delegados de las cámaras agropecuarias, de la industria y de ambas centrales sindicales, incluyendo las diversas líneas internas de la CGT que en los días previos habían intentado cobrarle a Hugo Moyano la derrota del 28 de junio. El detonador de la ofensiva fue el pase de Comercio a Camioneros de 40 chóferes de Casa Rodó, que prefirieron ganar 5.000 pesos mensuales con el convenio de los verdes que 1700 en las filas de Armando Oriente Cavalieri. Los funcionarios que participaron en las reuniones se asombraron al ver el estado de algunos de los Gordos, como el envejecido y obeso Oscar Lescano que no puede dar un paso sin su bastón, o el ferroviario José Pedraza, bajo el avance de una enfermedad degenerativa, como el Alzheimer, o una afección localizada en el putamen, del tipo del Parkinson.

domingo, 2 de agosto de 2009

Prender fuego

Prender fuego

El presidente de la Sociedad Rural dijo que si las retenciones llegaban al 25 por ciento “le prendemos fuego a todo”. Esa amenaza de 2002 sigue vigente siete años después, sólo que el cansancio de la sociedad obliga a cuidar algo más las formas. Pero la ofensiva de invierno no se detiene y la próxima meta es sitiar al Congreso, ahora en nombre de la Patria y de los pobres.
Por Horacio Verbitsky

El esfuerzo que los miembros de la Mesa de Enlace escenificaron ayer y el viernes para reprimir su fastidio fue una forma más sutil de transmitirlo, pero su contenido fue el mismo que en la asamblea del lunes y Hugo Biolcati lo hizo expreso en su discurso inaugural. La Comisión de Enlace anunció que no concurrirá a la Mesa para el Diálogo Económico Social, lo cual traslada también la presión a los otros integrantes del G7, con dos desenlaces alternativos: que los rústicos subordinen al resto y entre todos frustren el CDES o que se encierren en sus silos de marfil en espléndido aislamiento. Llamaron “provocaciones” a todos los anuncios oficiales, que consideran por debajo del mínimo aceptable para la distensión. Comunicaron que presionarán sobre los diputados y senadores en sus lugares de residencia para forzar en el Congreso antes del 10 de diciembre la baja de diez puntos en las retenciones a las exportaciones de soja y la supresión lisa y llana para todos los demás productos e hicieron saber que se reanudarán las asambleas para que el gobierno se allane a sus demandas “de acuerdo a lo que el pueblo votó”, todo lo cual es una amenaza de reiteración de los ataques violentos que padecieron varios diputados. Afirmaron que no dinamitarían los puentes “por ahora” e insinuaron que volverán a tomar las rutas si los anuncios oficiales son “otro verso, otro engaño”. Pero ahora lo harán para acabar con la pobreza y la exclusión porque les da vergüenza que haya un chico con hambre, el discurso que Buzzi le enseñó a Biolcati para mejorar el marketing ruralista. Entretanto, siguen incorporando las concesiones que obtienen en cada reunión. La ministra Debora Giorgi las cuantificó en 21.700 millones de pesos desde abril de 2008 hasta julio de 2009. Una de las quejas de la Mesa de Enlace fue que la ministra leyera en su conferencia de prensa esas cifras que, dijeron, no mencionó durante la reunión. Lo que más parece molestarles es que, con el mejor tono, haya puesto en evidencia los beneficios que el sector ha embolsado y sus perspectivas para la próxima cosecha de cereales y oleaginosas, de una rentabilidad muy superior a la del promedio de la economía. Esa decisión,

inaugurada por la presidente en la cita con los bloques legislativos propios, pone en contexto los reclamos en términos comprensibles para toda la sociedad. Lo más notable es que los patrones rurales no hicieron el menor gesto de refutación de esas cifras. Prefieren la confrontación y el desgaste. Para esta semana se espera un paro y bloqueo del acceso a las usinas elaboradoras de leche de la mitad de los tamberos que responden a la Mesa de Enlace y que rechazan los anuncios formulados por la presidente en Villa María, con el beneplácito de la otra mitad.
En qué creen los que creen

Sólo una visión provinciana puede atribuir a la política oficial la sequía más grave del siglo, la peor crisis global en ochenta años o el desplome del mercado internacional de leche. El viernes llegaron a Roma cuatro tamberos alemanes, quienes se echaron a la ruta en sus tractores con la esperanza de obtener una audiencia con su compatriota Benedicto XVI porque, dicen, han perdido la fe en los políticos. Sólo reciben entre 17 y 19 centavos de euro por litro, es decir, entre noventa centavos y un peso, al cambio de esta semana. A sus colegas argentinos el gobierno les asegura el mismo peso por litro. Por cierto, sus costos son más bajos que los europeos.

La Nación y Clarín descubrieron esta semana que “los líderes del campo priorizan, lo que ellos consideran triunfos políticos, que los obtuvieron, en detrimento de la solución real a sus dificultades concretas” (Joaquín Morales Solá) y que “las reivindicaciones sectoriales ya se han transformado en planteos políticos” porque “la Mesa de Enlace marca el ritmo y los tiempos de la oposición” (Ricardo Kirschbaum). Esto ratifica que el bloque agrario no pugna por unos puntos más de rentabilidad, aunque no rechaza ninguna transferencia, sino por imponer su hegemonía sobre el conjunto de la sociedad y subordinar cualquier otro interés al suyo. En la zona núcleo de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, donde tienen sus explotaciones los mayores propietarios, el precio de la soja de primera superó este año en 54,4 por ciento al del promedio del quinquenio 20032007, y el margen bruto en 113,1 por ciento. Las perspectivas son mejores para 2010, cuando se esperan la mayor cosecha y la más alta rentabilidad de la historia, aunque Biolcati haya insistido ayer que en el Bicentenario habrá que importar carne, pan y leche.
Gente sincera

La brutal sinceridad de la Mesa de Enlace hizo que salvo la inflexible Coalición Cívica Libertadora el resto del arco político se espantara por la clase de Frankenstein creado en su laboratorio de aprendices de brujo.

Biolcati dijo que la asamblea del viernes era “el primer acto de la era poskirchnerista. La primera batalla a los Kirchner se la ganamos en la calle, después les ganamos en el Congreso. Nos dijeron que fuéramos a elecciones y también les ganamos en las urnas. ¿Que nos queda por ganar? Han perdido el poder”. Pero tanto él como Carlos Garetto creen que el gobierno no se dio cuenta que perdió las elecciones ni la oposición que las ganó”. Para Biolcati, la pelota quedó picando y “hay que agarrarla antes que la recuperen los Kirchner”. Para Garetto, “el campo” es el “custodio de las decisiones que tomó el país el 28 de junio”. Buzzi le negó margen a Scioli para buscar reconciliarse con una visita, porque “no tenemos una tolerancia indefinida”. Primero fue el Acuerdo Cívico y Social, cuya aversión a los desbordes corporativos es propia de su genética radical. Luego Felipe Solá, que procura un punto de equilibrio entre sus contradictorios roles de gauchito y peronista. Por último, hasta el filántropo colombiano tomó distancia de la Sociedad Rural, o sea de sí mismo, ya que es su socio principal en el predio de Palermo. Esas reacciones explican la sordina con que el viernes tocaron la misma partitura, la aclaración de Eduardo Buzzi de que “sólo defendemos los intereses del sector y no somos la mesa coordinadora de ninguna otra cosa”, la ausencia de figuras políticas con excepción de Maurizio Macri, Alberto Rodríguez Saa y Francisco De Narváez y el tono sosegado con el que Biolcati dijo ayer su discurso feroz: que el Estado era un predador insaciable, que 12 millones de argentinos apoyaron con su voto a la Mesa de Enlace, que “ha dejado de ser la mansa vaca lechera que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas” y que ahora sumará a otras entidades empresarias, “para sacar al país de la crisis y terminar con la pobreza”. Dijo que continuaría el diálogo, pero se arrogó la representación de la Patria para decir que Belgrano, San Martín, Sarmiento y Alberdi construyeron la nación sin superpoderes y murieron “en la dignidad de su pobreza sin tener que presentar declaraciones juradas”. La jornada se inició con una banda del Ejército al son de la misma marcha que acompañó el ingreso a la Sociedad Rural de la calesa que conducía al ex dictador Onganía en 1966. La hiperinflación y los saqueos de 1989 acabaron antes de tiempo con el gobierno de Raúl Alfonsín y educaron a Carlos Menem, quien entendió el mensaje de la pistola en la nuca y archivó antes de asumir el programa populista que lo llevó a la presidencia. Del mismo modo, el ultimátum de la Mesa de Enlace por la rendición incondicional de CFK se dirige a todo el sistema político. Ése es el sentido de la creación de un fideicomiso federal para financiar la actividad política de la Mesa de Enlace, que se propone marcarle el paso al gobierno y a la oposición. Aunque los patrones rurales no lo adviertan, es otra forma de la impotencia que aqueja desde 1916 a su clase, de crear una fuerza política que represente sus intereses dentro del sistema institucional. Tampoco les resulta fácil comprarla hecha, como un dócil lote de peones y mucamas.

La coordinadora de cámaras patronales agropecuarias usó la apertura de la exposición ganadera, el lunes 27, para suscitar abucheos e insultos contra la presidente CFK y su esposo, contra el dialoguista jefe de gabinete Aníbal Fernández y contra el liviano gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, que el día anterior había peregrinado a humillarse en el santuario de Palermo. Y Mario Llambías provocó una ovación para José Alfredo Martínez de Hoz. Así mostraron a propios y ajenos que están preparados para una segunda vuelta de lo que Guillermo O’Donnell llamó “la venganza social de la oligarquía contra la Argentina plebeya”. Ayer el locutor mencionó a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, recibidas con fuertes aplausos.
El Rey Momo

Entre el público que el lunes alentaba cada agresión de la Mesa de Enlace gritando “Hay que sacarlos”, “que se vayan”, sonreía el secretario general del sindicato de trabajadores rurales y estibadores (UATRE), Gerónimo Venegas, que se alterna con las cuatro cámaras patronales en el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), de modo que lo preside año por medio.

La estatuilla que ilustra esta página es el emblema oficial de ese ente autárquico de derecho público no estatal. Pero Venegas es además el ariete del ex senador Eduardo Duhalde, que también busca venganza, y la rama sindical de Unión-Pro. Como uno de los propósitos del RENATRE, creado en 1999, era blanquear el empleo, las entidades patronales lo recibieron sin entusiasmo. Pero Venegas venció esas resistencias con una política de seducción, que incluyó una demora en la reglamentación del registro, tan extensa que en 2005 el ministerio de Trabajo debió hacerlo por él. Según distintas fuentes, hay entre 1,2 y 1,5 millones de trabajadores rurales, de los cuales sólo han sido registrados entre 550 y 650 mil. El método consensuado entre ambas partes consistió en blanquear tres de cada cinco trabajadores. Con el 1,5 por ciento de las remuneraciones que se descuenta a los empleadores para un seguro de desempleo, el RENATRE es un notable espacio de generación de recursos, no menos de 15 millones de pesos mensuales. La UATRE que dirige Venegas recauda otro tanto por seguro de sepelio, que paga el trabajador. Venegas también preside la Obra Social, OSPRERA, que se superpone con el seguro de sepelios, y maneja la bolsa de trabajo. Para participar en ella exige la afiliación a UATRE, lo cual ha sido objetado por el ministerio de Trabajo. El empleo rural registra el mayor índice de informalidad del país. En algunas provincias como Formosa, Chaco, Misiones y Santiago del Estero roza el 90 por ciento. Pero incluso dentro del reducido sector formal, dos tercios de los trabajadores son no permanentes o changarines. Esto no depende de la índole del trabajo sino de las relaciones sociales de contratación. La ley de contrato de trabajo califica estas situaciones como de empleo permanente pero discontinuo y garantiza formas de protección de la estabilidad y en el cálculo del aguinaldo, las vacaciones y la indemnización por despido, como ocurre con los trabajadores en heladerías o los gastronómicos de temporada veraniega. En cambio los rurales de Venegas, Biolcati, Buzzi, Garetto y Llambías carecen de esos derechos. Los cargos en el Consejo de Administración del RENATRE son rentados y han servido como salida laboral a los recomendados de las entidades. La secretaria de Venegas es la hija de Enrique Crotto, el ex presidente de la Sociedad Rural que en marzo de 2002 dijo sin parpadear que si el nivel de las retenciones llegaba al 25 por ciento “prendemos fuego a todo”. Ésa sigue siendo la idea siete años después, como se pudo apreciar después de la reunión con el gobierno del viernes y en la inauguración oficial de la muestra de ayer.
Curraz, Buzzi

La armónica relación de Buzzi con la Sociedad Rural tiene una explicación menos alambicada y personal que la de Venegas. La Federación Agraria, nacida hace casi un siglo como expresión de la lucha de los pequeños arrendatarios contra los grandes terratenientes representa en la era de la soja intereses similares a los de las entidades mayores, lo cual le ha provocado serios conflictos internos. Juntos votaron también en contra del horario laboral de ocho horas porque sostienen que en el campo se trabaja de sol a sol. El mes próximo habrá elecciones para renovar su conducción. Todo parece indicar que Buzzi será reelecto. Como vicepresidentes, Buzzi propone a dos grandes sojeros: los arrendatarios Omar Barchetta y Julio Curraz, con más de 3.000 hectáreas cada uno. Esto es seis veces más que el promedio de las explotaciones en la rica región pampeana y veinte veces el tamaño de la explotación pampeana pequeña que se consideró para ser exceptuada de retenciones en la discusión parlamentaria. Es más fácil entender así que Buzzi haya celebrado como un campeonato mundial desde la carpa de Palermo el voto de Julio Cobos que no sólo volteó el proyecto oficial sino también todas las mejoras que Agustín Rossi había negociado introducirle en la Cámara de Diputados a favor de los más pequeños. El lunes en la Sociedad Rural, Buzzi se sinceró: “La aspiración de todos nosotros es retenciones cero”. El gobierno no parece haber tomado debida nota de esta metamorfosis de la Federación Agraria, en cuyas manos sigue la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, creada en octubre de 2008 con un presupuesto de más de 400 millones de pesos, en cuyo organigrama abundan los funcionarios vinculados a la Federación Agraria. Sin embargo, no ha generado políticas favorables a los pequeños productores. La Federación Agraria también es la fuerza dominante en el FONAF, el Foro Nacional de Agricultura Familiar, creado en 2004 y que se mantiene con fondos públicos aunque no es un ente estatal. Diversas organizaciones de pequeños productores protestan que la Subsecretaría a cargo del ingeniero agrónomo Guillermo Martini ha obstaculizado su participación en el Foro, lo cual en algunas regiones ha derivado en la organización de foros paralelos. El funcionariado de la Subsecretaría participó el 21 y 22 de mayo en Junín, Mendoza, en un encuentro político con la consigna “Cobos 2011”. Una de las agrupaciones organizadoras de ese acto agradeció después del triunfo de Cobos que le hubieran brindado “sus estructuras” y su “apoyo incondicional”.
¿Quién es el amo?

La suerte del proceso político depende en buena medida de cómo diriman sus diferencias los sectores dominantes. La Asociación Empresaria Argentina, que reúne a medio de centenar de líderes de las principales empresas del país, presentó también su pliego de condiciones al gobierno y pocas horas después se reunió con la Mesa de Enlace. Varios de los puntos planteados por la AEA coinciden con los reclamos de las patronales agropecuarias. También la UIA se mostró de acuerdo con el documento de la AEA. Ambas entidades responden a la línea que fija la transnacional italiana Techint. Durante el almuerzo del ministro de Economía Amado Boudou con la Unión Industrial, los reclamos más insistentes fueron sobre el tipo de cambio y las negociaciones salariales, dos formas complementarias de defender su rentabilidad contra la participación de los trabajadores. A la semana siguiente, el jefe de gabinete Aníbal Fernández advirtió a los mismos interlocutores que de la política monetaria y el tipo de cambio no hablaría, porque los fijó Néstor Kirchner en 2003 y ha sido exitosa, como testimonian los casi 47.000 millones de dólares de reservas. Por alguna razón misteriosa en el gobierno creen que la UIA no sustenta el mismo plan que la AEA, lo cual contradice las expresiones públicas de la propia Unión Industrial. También creen que una de las principales asociaciones de criadores de ganado (la de Shorthorn) se apresta a renunciar a la Sociedad Rural y que Luis Pagani dejará la presidencia de la AEA. El tiempo dirá si estas son algo más que expresiones de deseos. Una de las incógnitas de estos meses pasa por la actitud del grupo Clarín, cuyo principal ejecutivo es uno de los vicepresidentes de la AEA, ante las sucesivas decisiones oficiales que lo afectan. Una es la anulación de la numeración telefónica que el secretario de Comunicaciones Lisandro Salas le había concedido a Cablevisión. La presidente se enteró leyendo la resolución en el Boletín Oficial y sin perder un segundo ordenó revertirla. “Lo hace él mismo o el que designaré en su lugar”, dijo. Lo hizo él mismo. Otra es la autorización para que el Sistema de Medios Públicos opere un sistema de HDT (transmisión directa al hogar vía satélite). El proyecto, elaborado por Tristán Bauer cuando asumió, fue paralizado por el ex jefe de gabinete Sergio Massa a pedido de Clarín y recién se retomó luego de su renuncia. Contempla un paquete de señales que llegarían en forma gratuita a los hogares que adquirieran una antena y un decodificador, de precio moderado. Estas señales serían la transmisión del propio canal 7, un canal de Noticias competitivo con los cinco de oposición, uno con programación infantil, el cultural Encuentro, uno de cine, y varios internacionales, como Televisión Española y Telesur. La frutilla del postre sería un canal deportivo, que transmitiría algunos partidos de fútbol. Por lo pronto el COMFER ya cuenta con el apoyo de dirigentes de Boca Juniors y un gobernador, padre de un futbolista, ha interesado a la AFA. Esta posibilidad llega en el peor momento de la relación de los clubes con la televisión, cuya retribución es ínfima en comparación con la magnitud del negocio.
Los panes

Al reiterar ante los legisladores que la distribución del ingreso era irrenunciable, la presidente mencionó un estudio que había recibido, según el cual los 1.500 pesos de salario mínimo acordado en el Consejo del Empleo implican el máximo poder adquisitivo histórico de ese instrumento. Sólo un diario mencionó la afirmación en forma sucinta pero sin profundizar a qué se refería. Se trata de un análisis del sociólogo Artemio López, que sigue un método propuesto por su colega Leandro M. Cárcamo Manna, para medir la evolución del salario mínimo vital y móvil entre 1980 y 1997 según su capacidad adquisitiva en kilos de pan común. Es un indicador rudimentario pero útil como aproximación a una tendencia, igual que el Big Mac que mide el tipo de cambio relativo entre países. En mayo de 1984 el salario mínimo mensual podía comprar 252,5 kilos de pan francés, en 1990 apenas 4 kilos. Los 1.500 pesos acordados esta semana constituyen un récord histórico. Si se toma el precio del pan del INDEC (2,64 pesos), pueden comprarse 518 kilos. Con las hipótesis de máxima y de mínima del diario opositor La Nación (3,50 y 4 pesos el kilo) podrían comprarse 428 y 375 kilos de pan por mes. Es decir que en la peor lectura posible el poder adquisitivo del salario mínimo superaría en un 50 por ciento al máximo histórico previo, de 1984. La limitación es que no lo perciben los trabajadores desocupados ni los precarios. A la reunión del Consejo del Salario que acordó ese incremento sí asistieron los delegados de las cámaras agropecuarias, de la industria y de ambas centrales sindicales, incluyendo las diversas líneas internas de la CGT que en los días previos habían intentado cobrarle a Hugo Moyano la derrota del 28 de junio. El detonador de la ofensiva fue el pase de Comercio a Camioneros de 40 chóferes de Casa Rodó, que prefirieron ganar 5.000 pesos mensuales con el convenio de los verdes que 1700 en las filas de Armando Oriente Cavalieri. Los funcionarios que participaron en las reuniones se asombraron al ver el estado de algunos de los Gordos, como el envejecido y obeso Oscar Lescano que no puede dar un paso sin su bastón, o el ferroviario José Pedraza, bajo el avance de una enfermedad degenerativa, como el Alzheimer, o una afección localizada en el putamen, del tipo del Parkinson.

El cuento de la segmentación

El cuento de la segmentación


Por Alfredo Zaiat

En varios temas vinculados con la economía existen lugares comunes que al expresarse reciben la aceptación de auditorios sensibles. En el caso específico de las retenciones a cuatro cultivos clave, el discurso políticamente correcto desde el universo del progresismo refiere a la necesidad de segmentar la carga de los derechos de exportación según extensión del predio o volumen de producción. Incluso uno de los principales argumentos para cargar la culpa al Gobierno por la derrota de la Resolución 125 apunta a la torpeza política de haber aglutinado a todos los productores de la Pampa Húmeda sin separar a pequeños y medianos de los grandes. Insistir con esa idea puede calmar conciencias por haberse abrazado a la Sociedad Rural, pero a esta altura resulta una cínica simulación. La activa participación de la Federación Agraria Argentina en la vida social de la Exposición Rural, además de la férrea alianza que constituyó en la Mesa de Enlace desde marzo de 2008, debería ofrecer la oportunidad de replantear esa ficción de segmentación que entusiasma al arco progresista. Más aún cuando los supuestos beneficiarios ya la han rechazado en el abortado proyecto modificado en Diputados de retenciones móviles. Esa impugnación brindó contundentes evidencias para empezar a familiarizarse acerca de la relevante transformación de ese sujeto agrario. De ese sufrido y laborioso chacarero en su pequeña parcela que pena ante el avance de los terratenientes con grandes capitales. Ese retrato sólo ha quedado en el imaginario de cierta corriente política que aún piensa que existen intereses divergentes entre esos productores, y que se niega a escuchar una y otra vez los discursos excitados de esos líderes campestres hermanados.

La propuesta de la Mesa de Enlace consiste en una fuerte baja de las alícuotas de los Derechos de Exportación, hasta cero para el trigo, maíz y girasol y del 35 al 25 por ciento para la soja. Para este último cultivo se plantea un esquema de segmentación, impulsado por la FAA para seguir confundiendo a la tribuna que la añora, que es lo mismo que presentar una disminución generalizada puesto que alcanzaría a casi todos los productores. Más allá de ese juego político, a nivel operativo la segmentación es de difícil fiscalización por la elevada informalidad y opacos mecanismos de comercialización de las cosechas. Un esquema de recaudación que diferenciara alícuotas según volumen de producción o cantidad de hectáreas de la explotación se transformaría en un colador. Además, esa tarea pasaría a ser realizada por las grandes exportadoras de cereales, que son las que al final de la cadena pagan las retenciones al fisco. Esas compañías deberían ordenar los despachos discriminando según la dimensión del productor, para luego disponer el giro de los recursos a la Aduana. Ya se sabe que ese mecanismo no sería una vía confiable teniendo como antecedentes los actuales procesos de investigación de la AFIP sobre operaciones de triangulación, utilización de paraísos fiscales y elusión fiscal por parte de esas compañías.

En realidad, al margen de las consideraciones operativas y de la comunión de intereses entre productores de tamaños diversos, la indiferencia del sector a la medida de segmentación se encuentra en que muchos de los actores de esta actividad operan en negro. Para poder acceder a beneficios fiscales o ser parte de un cuadro fraccionado de retenciones se requiere cumplir con las obligaciones impositivas, previo a registrarse como contribuyente. No es el escenario más habitual en el negocio agropecuario, lo que explica la furia de los representantes del sector del campo privilegiado contra la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).

El menosprecio a la segmentación de retenciones de dirigentes que dicen representar a pequeños productores sojeros de la Pampa Húmeda tiene su origen en el extraordinario cambio de paradigma tecnoproductivo de la actividad agraria. Entre diversas mutaciones en la organización de la producción, uno que se destaca y que en general no tiene tanta consideración en los análisis del presente conflicto es el papel de los contratistas de servicios agrarios. Desde mediados de la década del noventa se ha producido un fenómeno creciente de tercerización de buena parte de las labores agrícolas pampeanas. El contratista de servicios realiza el trabajo cultural agrícola a cambio del pago de una tarifa (en pesos o en porcentaje de la producción) por hectárea trabajada (arar, sembrar, siembra directa, fumigar, cosechar). Se trata de una actividad conocida desde el siglo XIX, en la que se destacaban los contratistas de trilla, pero en los últimos años se ha expandido progresivamente hasta alcanzar un significativo nivel de generalización.

Eduardo Azcuy Ameguino, director del Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, se pregunta: “¿Qué queda de la personalidad de productores directos de todas las capas de chacareros medios y pobres en la medida en que reemplacen el trabajo personal/familiar por la contratación de los diversos servicios agrícolas?”. En el documento que publicó en Realidad Económica 244, “El papel del contratismo de servicios de maquinaria en la caracterización socioeconómica de las pequeñas explotaciones agropecuarias”, se responde: ese proceso “puede alterar –y de hecho lo hace– muchos de los supuestos que se han utilizado hasta la actualidad para conceptualizar a los agentes económicos y construir tipologías sociales agrarias”. Azcuy Ameguino, en base al Censo Nacional Agropecuario 2002, calculó que en la zona privilegiada de Pergamino casi el 60 por ciento de la superficie agrícola es trabajada por contratistas, elevándose a un promedio del 80 por ciento para los pequeños productores de hasta 100 hectáreas. Se estima que en los años siguientes ese proceso se ha profundizado aún más.

Esos contratistas tiene variadas formas, pero la más usual es la de un productor que posee una parcela propia de tierra y un equipamiento muy superior a sus necesidades. También suelen disponer de mano de obra familiar en exceso. Entonces “venden” servicios de labores agrícolas y de cosecha. Sus clientes son explotaciones mayores a las que no conviene inmovilizar grandes sumas de capital fijo y mantener personal permanente y talleres de mantenimiento. Pero también atienden a pequeños productores sin la capitalización necesaria para mecanizarse y sin la superficie mínima que lo justifique. La expansión de la aplicación del paquete tecnológico siembra directa-semilla transgénica-glifosato, que requiere economías de escala para maximizar rentabilidad, impulsó el crecimiento del negocio de los contratistas. Se empezaron a crear empresas al efecto exclusivo de realizar dichas tareas, así como también grandes productores que buscan optimizar la utilización de sus maquinarias. Azcuy Ameguino explica que “de esta manera, también entre los contratistas existe una fuerte diferenciación social que va desde pequeños productores familiares hasta fuertes capitalistas agrarios”. Destaca que analistas del agronegocio remarcan que “lo singular de la Argentina y clave del éxito agrícola es el mercado de servicios agropecuarios que ofrecen los ‘sin tierra’, que hacen ‘chacring’ (servicios de cosecha, de pulverización, siembras, labores culturales)”. Y concluye que “no es posible continuar denominando como familiares o chacareras a aquellas explotaciones donde todas o la mayoría de las labores sean realizadas mediante la contratación, en este caso indirecta, de fuerza de trabajo ajena”.

Avanzar en la comprensión de la forma y organización de la producción agrícola, y de los agentes sociales que intervienen en ese proceso, permite un análisis político y económico más preciso acerca de la disputa que está marcando el sendero de desarrollo futuro del país. De esa manera se estaría en condiciones de eludir los lugares comunes que agradan a la tribuna de las buenas conciencias, como la idea de la segmentación de retenciones a los productores sojeros pampeanos. Si se superara la instancia de entendimiento de ese complejo ciclo económico, quedarían en evidencia las fuerzas en pugna y el inquietante destino que le depara a las mayorías el avance del poder emergente de la trama multinacional sojera.

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